El bloqueo del escritor: cuando las palabras se esconden.
- Lorena Cervantes
- 4 abr
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 11 abr
Hay momentos en los que escribir se siente como respirar: las ideas fluyen, los personajes hablan, las historias se despliegan con naturalidad. Pero existen otros días —o semanas enteras— en los que las palabras parecen haberse esfumado. La página en blanco se vuelve un abismo y la inspiración, un espejismo inalcanzable.

El bloqueo del escritor no es un enemigo, aunque a veces lo sintamos así. Es, más bien, una señal. Un recordatorio de que necesitamos hacer una pausa, cambiar la perspectiva o simplemente permitirnos el silencio antes de que la historia vuelva a hablar.
Romper el hechizo del bloqueo no tiene una receta mágica que funcione a todos por igual. Por el contrario, cada uno deberá buscar su propio camino. Solamente comparto algunas sugerencias:
. Cambia de contexto: Modificar el escenario de escritura es fundamental: salir a caminar bajo el cálido sol de otoño, escuchar música relajante o realizar alguna actividad diferente, ayuda a romper la inercia. La inspiración rara vez nace en la pantalla en blanco, pero sí en una conversación inesperada, en el aroma del café en un nuevo bar o en la brisa de la tarde.
. Conecta con tu niño interior: Observar el mundo con ojos curiosos, buscando al niño que fuimos, es una manera de cambiar de perspectiva y de conectarnos con nuestra esencia.
. Escribe sin juzgar: Permítete escribir sin expectativas. No te presiones. A veces, el bloqueo no es falta de ideas, sino el miedo a no hacerlo "lo suficientemente bien". Reemplazar el concepto de perfección por el de excelencia es un consejo que siempre suma.
. Juega con otras formas de creatividad: Dibuja, pinta, cocina. Otras formas de arte pueden liberar la mente y destrabar las palabras que esperan su turno para salir.
. Regresa a tus autores favoritos: Releer un libro que amas es como visitar a un viejo amigo. Puede recordarte por qué escribes y despertar las palabras dormidas.
. Acepta el silencio: A veces, el bloqueo solo necesita paciencia y una actitud amorosa para con nosotros mismos. No es una ausencia de talento, sino una pausa del alma para encontrar el camino correcto.

Escribir es un viaje de amor y de descubrimiento. Los bloqueos no son muros infranqueables, sino pausas necesarias en el camino. Y cuando menos lo esperas, una palabra aparece, luego otra más y la historia vuelve a latir.

Lorena Cervantes
04.04.25
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